Wason está en la cima más alta de la popularidad, tiene el control del negocio, está viviendo un momento brillante de su carrera.
El intérprete de la música del amor y el desamor está tan pegado que su público es una diversidad de clases sociales y de edad nunca antes vista en el país después la época alcanzada por Fausto Rey y luego por Anthony Ríos, Wason es ese ídolo romántico admirado, querido y adorado por todos.
Desde que sube al escenario deslumbra, conquista, hechiza y enamora a la multitud. En Wason las mujeres y hombres encuentran la canción perfecta para hablarse entre sí sobre situaciones de parejas y del amor.
Si Wason estuvo sencillamente espectacular y arrebatador en, la megaestrella de Miriam Cruz fue todo un derroche de festividad y alegría.
Una orquesta impresionante y todo ese carisma y calidad de Miriam Cruz se adueñaron de la sala del Blue Jacktar, poniendo a cantar, bailar y saltar a los asistentes de todas las edades.
Miriam hizo que la gente saliera emocionada. La socialité de Puerto Plata, Santiago, Mao, La Vega, Bonao, San Francisco de Macorís, Moca y otros pueblos reventaron el confortable centro de convenciones de la novia del Atlántico en Playa Dorada.
En el concierto se cantó, se bailó y se disfrutó en grande. Las caras de felicidad y alegría de los asistentes era el resultado de una noche para la historia de la música dominicana.
«Trabajar con artistas dominicanos desde hace más de dos décadas fue una acertada decisión, eso da felicidad, satisfacción y alegría», afirmó el empresario artístico Luis Medrano, productor del doble concierto.
Wason Brazoban y Miriam Cruz fueron mucho con demasiado transmitiendo energía musical del más alto kilate, arrebatando al público con dosis de adrenalina embriagante y vibrante en un compuesto de poesías, romanticismo y el contagioso merengue, agregó Medrano.
El concierto fue real como se prometió, un escenario de primera y dos megas estrellas que estuvieron al más alto nivel de sus propuestas.